RECONCILIADOS PARA RECONCILIAR

2 Co 5:18 Y todo esto procede de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por medio de Cristo, y nos dio el ministerio de la reconciliación;

El Apóstol Pablo en todo este capítulo 5 expresa a los hermanos de Corinto que en el Señor es donde se encuentra el verdadero sentido nuestra vida y que fuera de El estamos desnudos, es decir sin protección y expuestos a todo daño ahora y por la eternidad, sinembargo el Apóstol les expresa que nuestra segura vestimenta es decir nuestra protección se encuentra en Cristo y esta se llevara a cabo de una manera total cuando lleguemos a Su presencia. No obstante El Señor dejo una garantía de que seremos totalmente revestidos cuando lleguemos a Su presencia y a modo de garantía como seguridad de Su promesa El nos dio al Espíritu Santo. Pablo nos dice que es gracias a la obra redentora de Cristo, que nosotros hemos pasado por una regeneración, pasando de muerte a vida, gracias a que El se acerco a nosotros a travez de Su Espiritu con la intención de salvarnos. Pero el Apóstol no termina ahí, ahora el expresa a cada creyente que ha entendido su posición en Cristo que debe convertirse en un embajador llevando el mensaje de la reconciliación. Que quiere decir esto de ser reconciliados? La reconciliación es la restauración de una relación para que vuelva a ser armoniosa después de una disputa; es poner de acuerdo a dos partes que están en desacuerdo. La reconciliación cristiana es la obra de Dios por medio de Cristo, mediante la cual restaura a la humanidad a una relación favorable consigo mismo.

El medio que Dios utilizó para reconciliarnos consigo mismo fue a Su propio Hijo, Jesucristo: “Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo, y nos dio el ministerio de la reconciliación; que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados” (2 Corintios 5:18-19). De hecho, “siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo” (Romanos 5:10 Porque si cuando éramos enemigos fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, habiendo sido reconciliados, seremos salvos por su vida). La muerte de Jesús marca la diferencia. Cuando Cristo murió, estaba “haciendo la paz mediante la sangre de su cruz” (Colosenses 1:20 y por medio de Él reconciliar todas las cosas consigo, habiendo hecho la paz por medio de la sangre de su cruz, por medio de Él, repito, ya sean las que están en la tierra o las que están en los cielos.)

La reconciliación implica necesariamente un cambio. En la reconciliación cristiana, Dios no cambia, esto en el sentido estricto de que El halla cometido un error, El es perfecto y sigue siendo perfecto, El nunca cambia, El no tiene necesidad de el dia a dia como nosotros, El ordena el presente y el futuro, El todo lo sabe y en consecuencia EL no aprende nada. Nosotros por el contrario, necesitamos un nuevo nacimiento debido al pecado. Pero una vez que somos reconciliados con El nuestra relación cambia, pasamos de ser enemigos a ser amigos. El hecho de que necesitáramos la reconciliación significa que nuestra relación con Dios estaba rota. Y el hecho de que Dios sea Santo significa que nosotros éramos los culpables. Nuestro pecado nos alejó de Él. La muerte de Jesucristo en la cruz es la base de nuestro perdón y justificación. Por gracia, mediante la fe en Su Hijo, Dios nos transforma completamente a imagen de Cristo. Dios y el hombre se unen. Los que antes estaban muertos en el pecado resucitan a una vida nueva. (Ro. 5:5 “Ya no somos enemigos, impíos, pecadores o impotentes. Por el contrario, el amor de Dios se ha derramado en nuestros corazones por medio del Espíritu Santo que nos ha dado)Es un cambio en el estado total de nuestras vidas” (2 Co 5:17De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí, son hechas nuevas.) El Apostol usa palabras dignas de un padre amoroso por su hijo que camina ciegamente con rumbo al abismo de eterna perdición, 2 Co 5:20 Por tanto, somos embajadores de Cristo, como si Dios rogara por medio de nosotros; en nombre de Cristo os rogamos: ¡Reconciliaos con Dios! Como personas reconciliadas con Dios, se nos ha encomendado “el ministerio de la reconciliación” (2 Corintios 5:18). Se nos ha confiado “el mensaje de la reconciliación” (versículo 19). Es tarea nuestra usar la misma compasion que uso el Apostol hacia los corintios, la ternura, paciencia y amor con que les habla se hace evidente en lso textos que acabamos de leer, por consiguiente ahora llevamos el Evangelio a un mundo moribundo, diciendo: “os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios” (versículo 20). El sacrificio perfecto de Jesús en la cruz ha hecho expiación por el pecado (Hebreos 2:17). Con Su muerte apaciguo la ira de Dios y logró la armonía en nuestra relación con Dios. Rogamos a los que no son salvos que tengan fe en Cristo y experimenten el gozo de la reconciliación cristiana a travez de el perdón de pecados solo por la fe. Esta tarea de reconciliar al mundo con Cristo es una tarea gigante, dificil, hostil y a la vez llena de esperanza al saber que Dios nos usa para poder salvar a un alma de la cruel y dolorosa eternidad en el infierno

2 Co 5:18 Y todo esto procede de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por medio de Cristo, y nos dio el ministerio de la reconciliación;

El Apóstol Pablo en todo este capítulo 5 expresa a los hermanos de Corinto que en el Señor es donde se encuentra el verdadero sentido nuestra vida y que fuera de El estamos desnudos, es decir sin protección y expuestos a todo daño ahora y por la eternidad, sinembargo el Apóstol les expresa que nuestra segura vestimenta es decir nuestra protección se encuentra en Cristo y esta se llevara a cabo de una manera total cuando lleguemos a Su presencia. No obstante El Señor dejo una garantía de que seremos totalmente revestidos cuando lleguemos a Su presencia y a modo de garantía como seguridad de Su promesa El nos dio al Espíritu Santo. Pablo nos dice que es gracias a la obra redentora de Cristo, que nosotros hemos pasado por una regeneración, pasando de muerte a vida, gracias a que El se acerco a nosotros a travez de Su Espiritu con la intención de salvarnos. Pero el Apóstol no termina ahí, ahora el expresa a cada creyente que ha entendido su posición en Cristo que debe convertirse en un embajador llevando el mensaje de la reconciliación. Que quiere decir esto de ser reconciliados? La reconciliación es la restauración de una relación para que vuelva a ser armoniosa después de una disputa; es poner de acuerdo a dos partes que están en desacuerdo. La reconciliación cristiana es la obra de Dios por medio de Cristo, mediante la cual restaura a la humanidad a una relación favorable consigo mismo.

El medio que Dios utilizó para reconciliarnos consigo mismo fue a Su propio Hijo, Jesucristo: “Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo, y nos dio el ministerio de la reconciliación; que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados” (2 Corintios 5:18-19). De hecho, “siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo” (Romanos 5:10 Porque si cuando éramos enemigos fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, habiendo sido reconciliados, seremos salvos por su vida). La muerte de Jesús marca la diferencia. Cuando Cristo murió, estaba “haciendo la paz mediante la sangre de su cruz” (Colosenses 1:20 y por medio de Él reconciliar todas las cosas consigo, habiendo hecho la paz por medio de la sangre de su cruz, por medio de Él, repito, ya sean las que están en la tierra o las que están en los cielos.)

La reconciliación implica necesariamente un cambio. En la reconciliación cristiana, Dios no cambia, esto en el sentido estricto de que El halla cometido un error, El es perfecto y sigue siendo perfecto, El nunca cambia, El no tiene necesidad de el dia a dia como nosotros, El ordena el presente y el futuro, El todo lo sabe y en consecuencia EL no aprende nada. Nosotros por el contrario, necesitamos un nuevo nacimiento debido al pecado. Pero una vez que somos reconciliados con El nuestra relación cambia, pasamos de ser enemigos a ser amigos. El hecho de que necesitáramos la reconciliación significa que nuestra relación con Dios estaba rota. Y el hecho de que Dios sea Santo significa que nosotros éramos los culpables. Nuestro pecado nos alejó de Él. La muerte de Jesucristo en la cruz es la base de nuestro perdón y justificación. Por gracia, mediante la fe en Su Hijo, Dios nos transforma completamente a imagen de Cristo. Dios y el hombre se unen. Los que antes estaban muertos en el pecado resucitan a una vida nueva. (Ro. 5:5 “Ya no somos enemigos, impíos, pecadores o impotentes. Por el contrario, el amor de Dios se ha derramado en nuestros corazones por medio del Espíritu Santo que nos ha dado)Es un cambio en el estado total de nuestras vidas” (2 Co 5:17De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí, son hechas nuevas.) El Apostol usa palabras dignas de un padre amoroso por su hijo que camina ciegamente con rumbo al abismo de eterna perdición, 2 Co 5:20 Por tanto, somos embajadores de Cristo, como si Dios rogara por medio de nosotros; en nombre de Cristo os rogamos: ¡Reconciliaos con Dios! Como personas reconciliadas con Dios, se nos ha encomendado “el ministerio de la reconciliación” (2 Corintios 5:18). Se nos ha confiado “el mensaje de la reconciliación” (versículo 19). Es tarea nuestra usar la misma compasion que uso el Apostol hacia los corintios, la ternura, paciencia y amor con que les habla se hace evidente en lso textos que acabamos de leer, por consiguiente ahora llevamos el Evangelio a un mundo moribundo, diciendo: “os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios” (versículo 20). El sacrificio perfecto de Jesús en la cruz ha hecho expiación por el pecado (Hebreos 2:17). Con Su muerte apaciguo la ira de Dios y logró la armonía en nuestra relación con Dios. Rogamos a los que no son salvos que tengan fe en Cristo y experimenten el gozo de la reconciliación cristiana a travez de el perdón de pecados solo por la fe. Esta tarea de reconciliar al mundo con Cristo es una tarea gigante, dificil, hostil y a la vez llena de esperanza al saber que Dios nos usa para poder salvar a un alma de la cruel y dolorosa eternidad en el infierno

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