Hasta Aquí Nos Ayudó Jehová
1 Samuel 7:12
“ Tomó luego Samuel una piedra y la puso entre Mispa y Sen, y le puso por nombre Eben-ezer diciendo: hasta aquí nos ayudó Jehová”
Seguramente por estos días muchas personas hacen un balance y evalúan las metas alcanzadas o las que se dejaron de alcanzar durante este año 2024 que está por terminar, las empresas hacen sus acostumbrados cierres fiscales y hacen un balance de sus pérdidas o ganancias durante el año, y es posible que hasta al interior de nuestras familias hagamos lo mismo, ahora, es de vital importancia que al concluir este análisis como creyentes podamos llegar a la misma conclusión que el profeta Samuel, la cual es expresada en este versículo 12 del capítulo 7, hasta aquí nos ayudó Jehová. Pero cómo podemos llegar a esta conclusión? En primer lugar es muy importante tener en cuenta cuál era el contexto en el cual el profeta expresa estas palabras; para esto haremos un breve recuento histórico que nos permitirá entender con más claridad. El pueblo de Israel viene de un círculo de caída tras caída en el periodo de los jueces. Después de que Josué muere el pueblo entra en un periodo de idolatría y de hacer lo malo delante de los ojos de Dios según Jueces capítulo 3 versículo 7 al 11, permiten la entrada de baales e imágenes de acera, así que Dios les permite en su misericordia ser esclavizados por sus enemigos, luego el pueblo clama y Dios levanta un juez o libertador que los libera y trae Paz al pueblo, pero esta paz es temporal porque el pueblo vuelve a caer en pecado y en costumbres paganas y así el ciclo se repite una y otra vez por aproximadamente 13 veces durante todo el libro de jueces, según algunos comentaristas bíblicos el periodo de tiempo que transcurre es de 170 años aproximadamente. Este periodo nos muestra como la nación dejó que el paganismo y la idolatría contaminara sus vidas, nos deja al descubierto nuestra naturaleza humana inclinada a hacerlo malo delante de los ojos de Dios, pero también nos deja ver la misericordia y la provisión divina de un salvador que rescata literalmente al pueblo de la muerte y la extinción.
Bajo estas circunstancias Dios levanta un hombre nacido de una mujer estéril llamada Ana, quien ruega a Dios por un hijo varón y dice dedicarlo a Jehová todos los días de su vida según primera de Samuel capítulo 1 versículo 11. En su misericordia Dios se lo concede y Ana después de ser destetado lo llevó consigo y lo trajo a la casa de Jehová según versículo 24. Estando allí en presencia del sacerdote Eli, Ana ora a Dios y dedica a su hijo para su servicio y profetiza en el capítulo 2 versículo 10 unas palabras que van a ser de suma importancia en nuestra enseñanza “y sobre ellos tronará desde los cielos”. Y desde ese día el niño ministraba a Jehová versículo 11. Mientras esto ocurría con Samuel, el sacerdote Eli no ponía freno a sus hijos quienes eran hombres impíos y no conocían a Jehová capítulo 2 versículo 12, sus nombres eran Ofni y Finees, quienes por causa de su pecado Dios decidió que morirían el mismo día. Y Dios se proveería un nuevo sacerdote conforme a su corazón. Es en este momento cuando llama a Samuel y le dice que traerá castigo sobre la casa de Eli por causa de sus hijos y porque él no los ha estorbado Capítulo 3 versículo 13. Y Samuel creció, y Jehová estaba con él y no dejó caer la tierra ninguna de sus palabras. Pero el pueblo seguía esclavo del pecado recordemos que venían de casi 170 años de caídas y levantadas, el paganismo había corrompido incluso hasta la casa del mismo sacerdote Eli, y en el capítulo cuatro vemos las consecuencias de que el pueblo estuviera lejos de Dios. Los filisteos nuevamente se levantan en guerra contra el pueblo de Israel y es derrotado y mueren cerca de 4000 hombres (4:2), pero los ancianos de Israel se preguntan por qué nos ha herido o Jehová?(v.3). Algo que en ocasiones muchos de nosotros nos preguntamos también cuando algo malo nos sucede, pero por qué Dios deja que esto me pase? Hacemos responsable a Dios por la consecuencia de nuestras propias decisiones, le culpamos a él y le cuestionamos en muchas ocasiones. Siguiendo con el relato mandan a traer el arca del pacto al campo de batalla como amuleto para la Victoria; Recordemos que el arca del pacto representaba la presencia de Dios en medio del pueblo, pero lejos estaba el pueblo de Dios por causa de su idolatría y costumbres pecaminosas, así que los hijos de Eli llevan el arca al campo de batalla, pero Dios permite que Israel sea derrotado nuevamente pero esta vez con mucha mayor vergüenza y dolor, ya que murieron 30,000 hombres entre los cuales estaban los hijos de Eli, y adicionalmente el arca fue tomada por los filisteos (4:11). Aquí vemos claramente que Dios no es un amuleto, no se trataba del arca, se trataba del Dios del arca, se trataba de la presencia misma de Dios. Asimismo pasa en nuestros días, pensamos que vamos a la iglesia pero no se trata de la iglesia, se trata del Dios al que adoramos en la iglesia, tenemos la biblia en casa, pero no se trata de tener la Biblia abierta en el salmo 23 en casa, o tenerla sobre la mesa de estudio, se trata de conocer al Dios de la biblia y de tener una relación personal con El. Entonces, cuando Eli recibe la noticia de la derrota, de la muerte de sus hijos, y de la pérdida del arca cae hacia atrás y se desnucó (4:18). Mientras el arca estuvo en poder de los filisteos estos sufrieron el juicio divino en cada una de las ciudades por las cuales la trasladaron, primero en Asdod, a adonde fue llevada luego de la batalla y allí la pusieron junto a Dagon, su dios principal, el cual a la mañana siguiente amaneció postrado en tierra delante del arca de Jehová, y los filisteos tomaron la estatua de su “dios“ y la pusieron en su lugar, y a la mañana siguiente nuevamente Dagon estaba postrado en tierra frente al arca de Jehová y la cabeza de Dagon y sus dos palmas de sus manos estaban cortadas sobre el umbral, habiéndo quedado el tronco solamente “5:4“. Y Jehová hirió a la población con tumores en todo el territorio de Asdod, así que la cambiaron de ciudad a Gat y alli ocurrió lo mismo, Dios hirió con tumores a los hombres de toda la ciudad y los quebrantó, y lo mismo ocurrió cuando la mandaron a Ecron. Así que los filisteos deciden devolver el arca a Israel para evitar seguir siendo masacrados, y con el arca pagaron una ofrenda en piezas de oro por la culpa(6:8).
Y es así como finalmente llegamos a este capítulo siete de primera de Samuel, el contexto es claro; el pueblo estaba vergonzosamente derrotado por los filisteos, habían perdido territorios, más de 30,000 hombres muertos en batalla, deshonrados y oprimidos, estaban esclavos de la idolatría y falsos dioses, en pecado, y lo peor de todo muertos espiritualmente y lejos de Dios, lo cual era la raíz de todos sus males. Y una evidencia muy clara de esto es que después de qué los filisteos devolvieron el arca, esta pasó en Quiriat-Jearin 20 años (7:2), no la llevaron al templo, la olvidaron por 20 años, en los cuales el pueblo no buscó al Señor, seguían perdidos en su idolatría y sus pecados. Pero no dejaban de lamentarse y quejarse y ni siquiera asi se volvían a Jehová. El pecado sin duda cauteriza nuestra conciencia el alejarnos de Dios nos impide regresar a El porque no podemos entenderlo, el arca estuvo en territorio de Israel por 20 años pero el pueblo había olvidado el camino hacia Dios, es en este momento cuando Dios usa a Samuel y en el verso 3 los llama al arrepentimiento, y si leemos con detenimiento este arrepentimiento es volverse a Dios de todo su corazón, es decir, demandaba una acción: quitar los dioses ajenos, y sólo a Jehová servir, y El os librará de la mano de los filisteos (7:3). El arrepentimiento sin una acción es solamente un cargo de conciencia, un remordimiento, sin duda alguna el verdadero arrepentimiento conlleva la acción de alejarse del pecado, de apartarse del mal, por esto el creyente verdadero debe llevar una vida de arrepentimiento, no es solamente algo que ocurre una vez cuando venimos a los pies de Cristo, no, sin duda alguna debe ser una práctica diaria, el volvernos a Dios y apartarnos del pecado con la fuerza dada por el Espíritu Santo a cada creyente. Pero qué significaba para el pueblo quitar sus baales y a Astarot? Éstos dioses representaban la supuesta fertilidad de las tierras y rebaños y la fertilidad en los seres humanos, y tristemente Israel había adoptado estas creencias, es decir, su confianza en la provisión y el sustento había sido depositada en dioses falsos y no en Jehová, por lo tanto el profeta les estaba llamando a poner su confianza y su fe solamente en Jehová, que dependieran de Él y solamente de Él. Por esto el arrepentimiento no puede ser un fruto solamente de una emoción, de ninguna manera, el arrepentimiento conlleva una decisión racional que nos permita quitar todo aquello en lo que se deposita nuestra confianza, sea dinero, posesiones, personas, etc. y confiar solamente en Dios, el verdadero arrepentimiento nos lleva una relación de dependencia total de Dios, dependencia de El y de su provisión para cada uno de nosotros, su provisión divina de un Salvador, sin duda alguna el arrepentimiento genuino nos lleva a Cristo, de quien depende nuestra salvación y esperanza.
Entonces los hijos de Israel quitaron los dioses y sirvieron sólo a Jehová (7:4), y se reunieron en Mizpa, y derramaron agua delante de Jehová y ayunaron y confesaron su pecado, y cuando los filisteos escucharon que estaban en Mizpa fueron a atacarlos, entonces el pueblo le pide al profeta Samuel que no deje de clamar a Jehová por ellos, ya no mandaron a traer el arca, fueron a rogar delante del Dios del arca, y los filisteos llegaron a pelear contra ellos. Más Jehová tronó aquel día sobre los filisteos con gran estruendo, y los atemorizó y fueron vencidos (7:10) e Israel los hirió y les derrotó. “Tomo luego Samuel una piedra y la puso entre Mizpa y Sen, y le puso por nombre Eben-ezer diciendo: hasta aquí nos ayudó Jehová” ( 7:12 ). La palabra Eben viene del hebreo y significa piedra o roca, y la palabra ezer en hebreo significa ayuda o auxilio, es decir, el profeta estaba reconociendo y enseñando a todo el pueblo que fue Dios quien les permitió la victoria, que fue El quien les ayudó y fue en su rescate y auxilio, y para recordarlo por siempre puso una gran roca, siendo esta una sombra de quien vendría a ser la roca eterna, el fundamento de los apóstoles, la principal piedra del ángulo, Jesucristo mismo según Efesios 2:19-22, quién es la piedra viva según 1 Pedro 2:4-8, la principal piedra del ángulo, escogida, preciosa; y el que creyere en El, no será avergonzado. Cristo mismo es la roca que ha venido en nuestro rescate, El es quien estando nosotros muertos ha venido en nuestro auxilio, para darnos vida y vida en abundancia, no por nuestros méritos, sino por los suyos, y aquí estamos por su gracia, hasta aquí nos ha permitido llegar El por su pura misericordia y amor. En este año 2024 hemos pecado?, sí, pero aquí estamos Redimidos, perdonados, y justificados por su precioso sacrificio en la cruz del Calvario, pagando El nuestra deuda eterna, nuestra condena, hemos tenido problemas en este año 2024?, sí, pero Cristo ya resolvió nuestro problema más grande en la cruz, nuestra vida eterna, hemos estado enfermos en este año 2024?, sí, pero nuestro Eben-ezer, nuestra roca de auxilio ha sanado nuestra enfermedad mortal llamada pecado, la cual no separaba de Dios eternamente, hemos tenido victorias o logros en este año 2024?, sí, pero nuestro mayor logro ha sido el regalo, el don de parte de Dios, la salvación que es en Cristo Jesús, hemos alcanzado metas personales metas entre hermanos y metas como iglesia, sí, pero nuestra mayor gloria está en Jesucristo quién no ha abierto las puertas del cielo, quien es nuestro único camino al padre, y en quien está puesta nuestra Esperanza. Mis amados hermanos El es nuestro Eben-ezer, nuestra roca de auxilio, y si lo tenemos a El, es más que suficiente, porque hasta aquí nos ha ayudado Jehová.